Las víctimas fueron golpeadas, atadas de pies y manos con cinta canela y les hicieron quemaduras en la cara y los brazos con un soplete.
Antes de que los asesinaran, aprovecharon un descuido de sus captores y lograron huir. Al estar en la calle pidieron ayuda.
Los uniformados solicitaron una ambulancia para atenderlos y refuerzos para ingresar al inmueble que las víctimas señalaron.
El departamento 202 de la torre A en la unidad habitacional localizada en Peñón 72, estaba vacío. Sin embargo encontraron manchas de sangre en pisos y paredes, rollos de cinta canelta así como bats y martillos.
Las autoridades sospechan que en ese inmueble asegurado el fin de semana pasado, otras personas han sido torturadas y probablemente asesinadas.
"Es muy probable que algunos de los crímenes que hemos tenido en las últimas semanas en esta zona, de personas que han aparecido torturadas, hayan sido traidas a una casa de seguridad como esta", dijo una fuente cercana a las investigaciones.
La sospecha se basa en que algunas de las víctimas, como el joven que fue hallado la mañana del jueves, encobijado y dentro un bote de plástico en las calles de Jesús Carranza y San Bartolomé, presentaban heridas similares a las de los dos hombres rescatados este fin de semana.
En su edición del 4 de octubre pasado, El Gráfico dio a conocer la detención de un presunto integrante de La Unión Tepito, que en complicidad con otros sujetos, robó, golpeó y quemó con un soplete a cuatro jóvenes en un cuarto de vecindad en la calle de Florida.
A uno de ellos además lo atacaron sexualmente al introducirle el mango de un martillo en el recto.