A un asesino contratado le salió el tiro por la culata. El criminal se dirigió a su víctima en un estacionamiento donde sacó el arma y apuntó a un civil que fue más rápido que él y empezó a forcejear por su vida.
En instantes, la víctima pudo hacerse con el arma del homicida y en legítima defensa disparó contra el asesino.
El resultado fue que el asesino contratado terminó en suelo sin vida mientras que la aterrorizada víctima salvó la vida y logró escapar.
Las autoridades ya investigan el caso.